Fuente de imagen: Globedia
Cuando las mujeres se reunen, cuando el círculo se dibuja, cuando las voces hablan el mismo idioma, todo es posible.
Para alzar las escobas, para calentar los calderos, para dejar que las percusiones llenen. También para llorar, para gritar, para estallar de dolor y por supuesto, para reír, para danzar, para compartir.
Hay mujeres diversas, hermosas, desde las mujeres como Tita que cura con su presencia, hay las que con su abundancia alimentan no sólo el cuerpo sino el espíritu, hay las que con sus palabras traducen las ideas y las hay también espejos en los que podemos reflejar lo que somos. Porque las mujeres también son la historia de su sangre y la sangre une.
APOCATÁSTASIS 