Ars · Color

Te lo dice en el te


Una mezcla para mi incomprensible, difícil de digerir. Una paleta vibrante de colores que me abruma.

De pronto, entre las imágenes borbotones, un cuerpo hecho ovillo, la cabeza entintada de una Coatlicue, luego al pasar de sala, el Circo de lo grotesco.

Fuente de imagen: Palomilla Apocatastásica.

Conmoción, frente a diversos mundos que eclosionan, vomitan caos.

Me salva el azul. Entre tanto verdor y el rosa, la pieza me vuelve el estómago a su lugar.

Fuente de imagen: Palomilla Apocatastásica

Así es la obra de Rocío Sáenz en “La pradera de los otros”.

Por el contrario, sus piezas de cerámica son una invitación a la reflexión.

Donde la forma es también consigna. El arte como protesta, como advertencia. Desde el fondo, podemos despejar la superficie.

Fuente de imagen: Palomilla Apocatastásica

Un recordatorio, con la aún vigente consigna de Virginia Wolf.

No falta al equilibrio. El perfecto juego para el te de la tarde.

Fuente de imagen: Palomilla Apocatastásica

En una de las piezas, invita a quienes asisten, a dedicar un mensaje escrito en pequeñas hojas de papel, a personas han dejado de estar en nuestra vida pero son importantes. Luego es preciso depositarlo en una vasija con un bello acabado azul.

Sin dudar ni un instante, he dejado un mensaje para ti, mezclado junto con todos los que ya estaban en esa pieza de cerámica, firmado por una Palomilla.

Platícame que piensas de lo que escribo.