MONTE
Es la sal de tu cuello, curva generosa,
La huella indeleble en el monte de Venus,
que dibujó tu lengua esa tarde,
la tarde en la que nuestras soledades,
se hicieron una.
LLENA DE TI
Me quiero llenar de ti,
La boca, las manos.
Me quiero llenar de ti,
El ombligo, la ingle,
Tomando como guía tu intenso latido.
SABOR
Cubierto
cada palmo
en el acto dulce de probarte.
Dentelladas.
Las fieras aúllan, de besos heridos.
SUEÑO PICANTE
Sabés del sabor de mi piel,
noches en vela,
gemido melancólico al alba.
Pero decime,
¿qué sabés vos de amor?